Los exportadores de Sudáfrica han pactado con las navieras MSC y Hapag Lloyd para reforzar sus exportaciones de cítricos a Europa de cara a la próxima campaña. Sudáfrica es el principal competidor del hemisferio sur de las naranjas valencianas y castellonenses y sus importaciones a la UE han crecido un 19 % en los últimos cinco años. Con las nuevas líneas, los productores sudafricanos aspiran a doblar sus envíos en 2032.
El cierre del mar Rojo ha causado en la actual temporada unas dificultades coyunturales en la exportación sudafricana, que ha sufrido su primer descenso de llegadas al viejo continente desde la firma del tratado de libre comercio en 2016. Pero más allá de estos problemas, Sudáfrica se prepara para seguir apuntalando sus importaciones en los mercados europeos en la próxima década.
Así, ha llegado a un acuerdo con dos compañías. Una conexión corresponde a MSC, una de las principales navieras mundiales en tráfico de contenedores, que realizará un servicio con escala directa con Alemania. Esta ruta contempla otros puertos europeos como Hamburgo.
La segunda firma que operará con Sudáfrica es Hapag-Lloyd, que ha anunciado que añadirá servicios semanales de Durban y Gqeberha con el norte de Europa.
La campaña en el hemisferio sur se desarrolla desde mayo a noviembre y compite en la primera fase de la recolección de los cítricos de Castellón.
Es el segundo exportador mundial
Los exportadores sudafricanos se han marcado unas ambiciosas previsiones de crecimiento en los mercados europeos aprovechando sus bajos precios y el tratado de libre comercio. Sudáfrica ha expandido en la UE sus cítricos, especialmente, las mandarinas, desde 2016, y se ha convertido en el segundo exportador mundial de cítricos.
Sin embargo, en el actual ejercicio las llegadas de cítricos (naranjas y mandarinas) a Europa han bajado un 33 % respecto al año anterior, según el último balance de la Comisión Europea. La inestabilidad en el mar Rojo ha supuesto dificultades en el transporte hacia Europa y la consecuente alza de los costes, de ahí la disminución de los envíos de naranjas a Europa.
Competencia con la producción local
Pero al margen de la circunstancia sobrevenida del mar Rojo, la presión de Sudáfrica ha tenido una afección directa en la producción local, tanto en origen como en mercados de destino. Desde la Unió Llauradora, su secretario general, Carles Peris, critica que el tratado comercial, además, amplió en un mes el plazo de envío de los productos de Sudáfrica a Europa, lo que provoca "un solapamiento" con la cosecha local en el mes de noviembre.
En la actual campaña ha perdido cuota Sudáfrica, pero ha irrumpido en su lugar Egipto, que ha provocado un aumento de las importaciones globales a la UE y ha causado un desplome de los precios en la producción de Castellón y una paralización de su recolección.
Incumplimiento del tratamiento en frío
Otra cuestión que ha de afrontar Sudáfrica es la obligatoriedad del tratamiento en frío que exige la regularización europea desde 2022 para evitar la entrada de plagas.
No obstante, el sector citrícola de la Comunitat Valenciana viene advirtiendo que esta medida fitosanitaria no se ha estado ejecutando por Sudáfrica. Así, critica que los exportadores sudafricanos evitan los puertos españoles porque son más rigurosos que otros europeos como Rotterdam, que pide el certificado pero no realiza una inspección completa.
Recuerda que en 2023 se produjo un récord de interceptaciones en Europa de cítricos de Sudáfrica con mancha negra. 51 envíos estaban contaminados frente a los 41 de de 2021, unos números que para el sector agrario evidencian que no se esta aplicando de forma correcta el tratamiento en frío.
Homologación en las inspecciones
La Unió Llauradora reivindica a la Unión Europea que homologue los criterios inspectores que se realizan sobre los productos agrarios y alimentarios importados en todos los puntos de entrada de la UE, y que vigile el cumplimiento del tratamiento en frío de las importaciones de Sudáfrica.
Asimismo, las organizaciones agrarias defienden una revisión de los tratados de libre comercio con terceros países para garantizar precios justos en la producción local y una competencia ordenada.
Fuente: Valencia Plaza