Por Juan Enrique Ortúzar, presidente del Comité de Cítricos de Chile ASOEX
Análisis de la temporada publicado en Revista del Campo
La temporada 2018 cierra con un crecimiento récord de las exportaciones, con un 32% más que la temporada 2017, superando las 358 mil toneladas. Sin embargo, esta campaña ha sido de grandes contrastes, con un mercado pocas veces visto para el limón, pero complicado para la naranja y, por primera vez, con suficiente oferta de mandarinas tardías.
Como industria nos habíamos acostumbrado a temporadas relativamente tranquilas, donde los cítricos gozaban de fuerte demanda, oferta acotada y con muy buenos precios en Estados Unidos. En la campaña 2018, al crecimiento de la oferta chilena se suma el de otros países del hemisferio sur, lo que provocó un aumento de los inventarios e importantes caídas de los precios en naranjas y mandarinas, dependiendo del calibre, calidad y semana. Tenemos un gran desafío que nos obliga a asimilar un posible cambio de escenario a futuro y la necesidad de seguir mejorando la calidad y abrir nuevos mercados.
Durante esta temporada se tuvo la dificultad del atraso de la maduración y la partida de las cosechas. ¡Todo estuvo atrasado! Esto generó la sensación inicial que no se iban a cumplir las estimaciones del Comité, sin embargo se superaron las metas establecidas. Las heladas ocurridas desde junio también representaron un reto importante, por la disminución de la oferta potencial y por la necesidad de poner en marcha los procedimientos técnicos para reconocer y segregar la fruta dañada, evitando que llegara al mercado. Y ante la adversidad, la industria supo administrar la situación.
Se termina esta temporada y ya estamos pensando en la próxima, y aunque aún es temprano para estimar, dado el ritmo de plantación de los últimos años, creemos que la industria continuará creciendo y que hay que preparar los huertos para producir fruta de los mejores calibres, libre de plagas cuarentenarias y de gran calidad.